La configuración de los océanos y el viaje de Magallanes/Elcano
Carmen García Calatayud es licenciada en Historia por la Universidad de Oviedo, ha desarrollado su carrera profesional en la Biblioteca Nacional de España, actualmente como jefa del Servicio de Cartografía. Sus publicaciones se centran en la cartografía: “Astronomicum Caesareum. La belleza del Cosmos” (2021) una visión cartográfica de los Estados Unidos, “Diseñar América: el trazado español de los Estados Unidos” (2014), “Visiones de la Tierra. Una imagen en construcción” y “Cosmos” (2018). Post y artículos varios: “Anécdotas de un bibliotecario cartotecario” (2020), “De la carta de Vermeer al mapa de postas… el viaje de las palabras” (2019), “Imperios de papel: Cartografía y transformación de la imagen del mundo en los atlas” (2017), “Mapa de Cataluña de A. Borsano: la digitalización de un mapa” (2016), etc.
Siempre es un privilegio contar con firmas invitadas que enriquecen los contenidos y alcance de este blog. Hoy tenemos el gusto de publicar un artículo de una colega de profesión, Carmen García Calatayud de la Biblioteca Nacional, especializada en grabados, dibujos y cartografía y que describe la génesis y evolución de los mapas marítimos, imprescindibles para conocer la morfología, dimensiones y configuración de los océanos. En esta evolución tuvo un papel fundamental la expedición alrededor del mundo de Magallanes/Elcano, cuya conmemoración culmina este año 2022.
INTRODUCCIÓN
La vuelta al mundo de Magallanes/Elcano trajo consigo la configuración de los tres océanos y la culminación del conocimiento de la cartografía del mar. Esta cartografía, elaborada siempre a expensas de una cartografía terrestre, es compleja y difícil de confeccionar ya que tiene pocos elementos de referencia.
La visibilidad de los océanos en contenido y forma está en relación, por un lado, con elementos iconográficos, como barcos, monstruos, islas, etc., y por otro, con elementos físicos, como el trazado de las costas, que van delimitando los mares y océanos permitiendo su identificación en el mapa.
El análisis de la cartografía de los mares y océanos es, al fin y al cabo, la voluntad de transformar un accidente geográfico en un tema de interés, no solo cartográfico, sino también, histórico y, sobre todo, económico.
El océano Índico, primer océano descubierto por los portugueses en 1488 (aunque ya era conocido anteriormente por los musulmanes), era representado por Ptolomeo como un lago. El Índico no aparecerá reproducido, como es realmente, hasta 1502 con la Carta de Cantino, en la que se muestra con sus contornos claramente definidos y correctos.
El océano Atlántico, era conocido por Occidente como una masa de agua misteriosa, y por Oriente como el ‘Mar Tenebroso‘, y no se atravesará hasta 1492.
El océano Pacífico, contemplado por primera vez por Núñez de Balboa en 1513 y conocido por los viajeros medievales musulmanes que llegaban navegando por el Índico, no se atravesará hasta el año 1519 (Magallanes/Elcano) completando finalmente la configuración y representación de los océanos.
CARTOGRAFIANDO LOS OCÉANOS
La evolución de la cartografía de los océanos se puede concretar en tres etapas asociadas a tres conceptos: imaginación, descubrimiento y difusión.
Primera etapa: imaginación
Etapa que abarca hasta el siglo XV, en la que el mundo se representa desde el punto de vista de la imaginación del hombre, dado los escasos medios de que dispone, el hombre imagina el mundo y el océano como un espacio simbólico.
El océano es considerado como una frontera líquida. La sociedad medieval mantuvo la tradición cartográfica de los clásicos. La representación de la Tierra como un disco flotando y rodeada por un Océano: “una enorme, oscura y aterradora masa de agua, una inmensidad líquida”, como lo define Hesíodo.
Así, la cartografía medieval representa los primeros mapamundis de forma y contenido muy esquemáticos, pero donde el Océano tiene un lugar destacado.
Algunos ejemplos de representación cartográfica en los que se aprecia este concepto de océano son los llamados mapas de “T en O” y los mapas circulares.
Tras esta cartografía, fundamentada en los conocimientos geográficos de la antigüedad y en una visión teológica del mundo, se da paso a un enfoque más real, que se manifiesta en la aparición de los portulanos. El concepto del océano Atlántico fue cambiando en el momento anterior al descubrimiento de América, gracias a una forma diferente de hacer cartografía. Los portulanos, mapas en los que cobra especial protagonismo el mar, supondrán una representación visual diferente en la apertura del océano Atlántico y un avance en la forma de ver la cartografía náutica.
El Océano, como un lugar más allá de las tierras conocidas, se convierte en un espacio mitológico. Los mitos y la imaginación son herramientas que permiten al hombre crear información sobre zonas desconocidas, de esta manera, el océano Atlántico se concebía como un espacio nocivo lleno de monstruos, de peligros, y, al mismo tiempo, representado con barcos e islas (en algunas ocasiones fantásticas) que reflejaban el avance en las exploraciones, los límites hasta donde va llegando el hombre.
Algunos portulanos en los que se aprecia este concepto de océano son: el Portulano de Dulcert (1339), el Portulano de Pizzigani (1367), el Atlas catalán de Cresques (1375), el Mapamundi Estense (ca. 1450), etc.
Con la recuperación de la Geografía de Ptolomeo a principios del siglo XV, el desarrollo de la imprenta y los grandes descubrimientos, se advierte un mundo cambiante y una nueva forma de representarlo, los mapas pasan a ser rectangulares para dar cabida a los continentes y a los perfiles detallados de los océanos y las costas.
Ptolomeo rodeó de tierra el océano Índico, convirtiéndolo en un mar interior, se mostraba como un mar cerrado por el sur. Será el Mapamundi de Martellus (1489) el que elimine las limitaciones medievales y, aunque mantenga una clara influencia de Ptolomeo, será el primer mapa que represente África con su configuración real, desmontando así la idea ptolemaica, de considerar el océano Índico como un gran lago encerrado entre África y Asia.
Segunda etapa: descubrimiento
Identificada con un periodo de exploraciones que comprende desde finales del siglo XV hasta comienzos del siglo XVI. El descubrimiento de América constituyó la base para la configuración del océano Atlántico lo que significó su conquista y su amplia representación en la cartografía.
El océano, en este momento, es considerado como puente de unión entre continentes, el océano ya no separa, une, ya no es frontera, es un puente hacia un nuevo mundo, es una vía navegable entre Europa y el Nuevo Mundo. En esta nueva cartografía juega un papel importante la delimitación de las costas y los perfiles que van dando significado e identidad al océano. Se observa un importante cambio de actitud.
Algunos ejemplos de mapas en los que se aprecia este concepto de océano como unión: Carta de Juan de la Cosa (1500), constituye la primera carta en la que se traza el Atlántico en toda su extensión relacionándolo con el resto del mundo conocido. Se descubre la tierra y se delimita el océano, el Planisferio de Cantino (1502) con la delimitación de la línea de costa brasileña, es la primera carta en la que aparece el océano Índico con sus contornos reales definidos y muy correctos, dejando atrás la influencia de Ptolomeo. El Mapamundi de Matteo Contarini (1506), etc.
Tercera etapa: difusión
Si con la llegada de Colón cambió la imagen del mundo antiguo, con la vuelta al mundo de Magallanes/Elcano acabó con ella definitivamente. Se daba paso a una nueva geografía que limitaba los mapas por oriente y occidente. La conquista del océano Pacífico, a través del estrecho de Magallanes, irá siempre unida a este viaje.
A partir de mediados del siglo XVI aparecen los mapas de un mundo ya establecido. Si hasta el momento la mayoría de la cartografía del mundo había sido producida por españoles y portugueses, ahora comienzan a aparecer otro tipo de obras realizadas en el centro de Europa.
Los grandes descubrimientos y el desarrollo de la imprenta favorecen la aparición de los atlas y, con ello, la representación y difusión de la nueva imagen del mundo. Se da paso a una cartografía más científica y rigurosa, poniendo fin a la visión cartográfica del medievo. Si bien, las cartas portulanas permitieron la exploración, ampliación y modificación de la imagen del mundo, los atlas consiguieron acercar y propagar la imagen del mundo y la grandiosidad de los océanos.
El océano, en este momento, se transforma en un instrumento político y económico, atrás quedaron la imaginación y los mitos, ahora se representa el poder, la supremacía y el dominio sobre los océanos. El Tratado de Tordesillas estableció una línea imaginaria sobre las aguas del océano, lo que supone una clara muestra de esta idea.
Esta supremacía sobre los océanos queda patente en dos mapas que muestran el pleno desarrollo de la nueva concepción del Atlántico en el siglo XVI. Uno es el Mapamundi de B. Agnese (1544) que incluye los nuevos descubrimientos y los detalles de las grandes exploraciones realizadas hasta el momento. Este mapamundi fue el primero en representar el trazado de las principales rutas marítimas iniciando el poder económico sobre los océanos. Una de las más características es la ruta de Magallanes/Elcano.
Las rutas simbolizan la travesía por los tres océanos consiguiendo crear una visión de autoridad sobre los mismos. Su representación aquí supone la imagen definitiva de la conquista de los mares por el hombre.
Y el otro, es el Portulano de Giacomo Maggiolo (1561) donde doce barcos navegan por el Atlántico, simbolizando el control de Europa sobre el océano.
Otro ejemplo de mapa donde se aprecia este concepto de océano es el “Mapa del Nuevo Mundo” incluido, por primera vez, en la edición de la Geographia de Ptolomeo realizada por Sebastián Münster (1542). Esta obra es la primera en nombrar el océano Pacífico con ese nombre Mare Pacificum.
A finales del siglo XVI el atlas Theatrum orbis terrarum de Abraham Ortelius fue decisivo para despertar la imaginación geográfica sobre el océano Pacífico.
La mayor parte de los atlas publicados se concentraron más en las tierras encontradas que en las aguas navegadas. Pero hay una excepción, es la introducción al Epítome de Abraham Ortelius (1589) quien introdujo un texto titulado Discours de la mer, dándole un inusual protagonismo a los mares.
Para finalizar, quiero destacar uno de los mapas más atractivos de la cartografía universal: Orbis terrestris tam geographica de Ch. Sgrooten (1592) donde se representan los tres océanos en un intenso color azul que acentúa su grandiosidad.
Referencias bibliográficas:
- Bernal, Rafael: El gran océano. México D.F.: Fondo de Cultura Económica, 2013
- Cunliffe, Barry W. Océano: una historia de conectividad entre el Mediterráneo y el Atlántico desde la prehistoria al siglo XVI. Madrid: Desperta Ferro Ediciones, [2019]
- González González, Francisco José: El océano desconocido: ciencia y fantasía en la antigua cartografía náutica (siglos XIII-XVIII). En Abordajes: mitos y reflexiones sobre el mar. [Madrid]: Instituto Español de Oceanografía, DL 2014
- Le Carrer, Olivier: Océans de papier: histoire des cartes marines, des périples antiques au GPS. Grenoble: Glénat, [2017]
- Sáenz-López Pérez, Sandra: Imagen y conocimiento del mundo en la Edad Media a través de la cartografía hispana. Madrid: Universidad Complutense
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biblioaecidmadrid (21 de noviembre de 2022). La configuración de los océanos y el viaje de Magallanes/Elcano. La reina de los mares. Recuperado 6 de diciembre de 2024 de https://doi.org/10.58079/tky1
