Convenio de colaboración entre la Universidad Complutense y la AECID

Firma del Convenio entre la Universidad Complutense de Madrid y la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo

Juan López-Dóriga Pérez, Director de la AECID y Juan Ferrera Cuesta, Vicerrector de la Universidad Complutense de Madrid

El pasado día 5 de noviembre de 2012, en la Sede Central de la AECID, se ha firmado el  Convenio entre la Universidad Complutense de Madrid y la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo. Los firmantes han sido Juan Ferrera Cuesta, Vicerrector de Relaciones Institucionales y Relaciones Internacionales, en nombre y representación de la UCM, y Juan López-Dóriga Pérez, Director de la AECID, en nombre y representación de la misma.

La noticia, publicada el día 6-11-2012 por El Departamento de Comunicación de la AECID, puede leerse completa aquí. Asimismo la Biblioteca de la UCM le dedicó una entrada en su blog La biblioteca informa.

Este convenio es una ampliación del firmado el 21 de octubre de 2010, en el que se llegó a acuerdos en lo relativo a la cooperación bibliotecaria entre ambas instituciones, mediante la adquisición, por parte de la AECID, del software de bibliotecas Millennium en régimen de asociación con la Biblioteca de la Universidad Complutense.

Representantes de ambas instituciones en el momento de la firma

El cambio de sistema de gestión bibliotecaria trae consigo avances en el proceso técnico, además de una mayor y mejor difusión de la colección, pero también refuerza nuestra inclusión en un entorno profesional, científico y académico, y va a permitir realizar procesos más colaborativos, tecnológicos y modernos.

Otro aspecto interesante es que la idea de la asociación entre las dos instituciones surgió de abajo a arriba: los bibliotecarios lo sugerimos, y los directivos confiaron en que podíamos llevarlo a cabo. Nunca se manifestó ni la más mínima duda de la posibilidad de su realización.

De ese modo, gracias a la confianza de quienes tienen obligaciones políticas, y al trabajo de los profesionales, se ha puesto de manifiesto que en tiempos de crisis, no hay que renunciar a la máxima calidad por precio. Todo es posible si se cuenta con una colección que interesa  incluso a un público muy exigente y a unos profesionales tan capacitados técnicamente, como abiertos a nuevas ideas.

El Convenio permite, además, nuevos caminos de colaboración como la difusión de fondos relevantes mediante exposiciones y reuniones profesionales.

Nuestros lectores e investigadores también se beneficiaran del uso de las bibliotecas de las dos instituciones que, al fin y al cabo, comparten un espacio común de la ciudad.

Esta ha sido la parte inicial de nuestra aventura. Esperamos que de nuestra unión vengan muchos más éxitos que celebrar en el futuro.